lunes, 22 de octubre de 2012

Paso a paso

Hay momentos en la vida en que necesitamos la satisfacción de alguna victoria para volver a remontar el vuelo. En el fútbol esa necesidad se vuelve aún más perentoria. Por eso el triunfo de ayer contra el Sabadell es tan importante para la Unión Deportiva Las Palmas. Y además tiene más trascendencia por cómo se consiguió, con un jugador menos el último tramo del partido, con una dura prórroga tres días antes y manteniendo el espíritu competitivo y solidario hasta el último minuto. También jugó la afición, que supo alentar cuando vio que todo se podía venir abajo. Esta vez no nos traicionó la suerte. Como en casi todos los partidos nos falló la puntería (en este caso por el acierto y las grandes paradas del portero visitante, el grancanario Nauzet Pérez) y no concretamos varias ocasiones clarísimas; pero al contrario que en otros partidos no recibimos ningún gol en contra. Esa es una gran noticia. Y también lo es el compromiso que transmite la plantilla hacia su entrenador y hacia los colores que representa. Seguimos en puestos de descenso, pero, si todo discurre como ayer, en un par de partidos estaremos remontando puestos en la clasificación. Creo que lo mejor no es plantear sueños sino ir poco a poco tratando de sumar puntos y de jugar cada vez mejor. Todo lo demás irá llegando.

jueves, 18 de octubre de 2012

¡Lobera, Lobera!

La afición es sabia y soberana. No se le engaña, o por lo menos no se le engaña todo el tiempo. Tras la victoria copera de esta noche sobre el Racing de Santander ha manifestado con quién está (y de paso con quién no quiere estar). A mí también me gustaría defender a Lobera. Lo he venido haciendo en las entradas de este año porque me parece un profesional que sabe mucho de fútbol, por su compostura en los momentos más delicados y porque se le ve trabajador, responsable y comprometido con la Unión Deportiva. Claro que ha cometido errores, pero creo que ha sido la mala suerte, sobre todo en las primeras partes en casa, la que ha impedido que no hayamos sumado un par de victorias más. No es normal que una afición respalde a un entrenador que tiene a su equipo en puestos de descenso. Por eso emociona el grito unánime de la grada esta noche. También nos puso la piel de gallina el abrazo de Murillo cuando marcó el gol que rompía el empate que nos había llevado a la prórroga. Lo que espero es que esta victoria se vea refrendada el próximo domingo contra el Sabadell; pero después de lo de esta noche no creo que a la directiva se le ocurra cesar al técnico maño en caso de derrota. Hay un proyecto que nos ilusiona y que a lo mejor requiere un poco de tiempo para que se consolide. No me apetece estar el resto de la temporada encerrado atrás o ganando uno a cero en la única jugada de ataque del partido. No sé hasta qué punto tiene razón la afición cuando sí pide la dimisión de Juanito -quien siembra vientos suele acabar recogiendo tempestades-. De momento a quien ha bendecido esa misma afición para que se quede es a Sergio Lobera. Espero que ahora la suerte también esté de su lado y que lo tengamos muchos años en el banquillo amarillo. Me gusta su propuesta futbolística y su caballerosidad. También la resistencia que ha demostrado para no entrar en ese juego malévolo que proponen los que solo están interesados en destruir. Los equipos de fútbol se construyen. Cuando en su entorno no está todo el mundo por esa labor casi siempre se acaba fracasando. Espero que a partir de hoy todos remen hacia el mismo lado. La afición, por lo menos, lo tiene muy claro. Y lo ha gritado como pocas veces se ha escuchado gritar el nombre de un entrenador en el estadio de Gran Canaria.

sábado, 6 de octubre de 2012

Las palabras y los hechos

La directiva, los aficionados o el entrenador proponen y luego el azar, las decisiones incorrectas o los jugadores disponen. Todos propusimos un año para soñar con regresar a Primera División y ahora mismo tenemos el susto en el cuerpo al ver que el equipo no ha sumado más que dos puntos de los últimos dieciocho que estaban en juego. La verdad es que asustan las cifras y asusta todavía más la actitud de los jugadores y la falta de cerebro que tiene ahora mismo la Unión Deportiva Las Palmas. No estaba David González, y ahí se acabó todo. No se elaboraron jugadas, el balón se rifaba en casi todos los ataques y se buscaba la directa cuando se nos había vendido todo lo contrario. El Almería no tuvo más que esperar su momento y luego su otro momento -en el fútbol está casi todo inventado- para llevarse los tres puntos del Gran Canaria. Lo que no entiendo es por qué no se apostó antes por Tyrone. Todos veíamos que no había centro del campo y, hasta que se demuestre otra cosa, el fútbol se crea en esa parcela y luego se concreta en el área contraria: casi siempre lo que parece una aparición fulgurante de un lateral, de un extremo o de un media punta no es más que un proceso cerebral previo de quienes llevan la manija de los equipos. En Las Palmas ese timón no lo lleva nadie, y claro, cuando sucede eso, no hay barco que no zozobre y que no acabe dando infinitas vueltas sobre sí mismo sin llegar a ningún puerto. Acabo de escribir la palabra lateral, y en mala hora. Yo no sé qué maldición habrá caído sobre el equipo amarillo para que llevemos tantos años sin nadie que juegue medianamente bien por las bandas. Lo de hoy de Corrales –y sigo sin poder admitir los silbidos de los aficionados contra un jugador de su propio equipo- no ha sido más que otra suma que añadir a los despropósitos que llevamos sufriendo los aficionados en esa banda izquierda desde que comenzó la temporada. Me niego a creer que en toda Canarias no haya un lateral izquierdo con mejores prestaciones que las que está aportando ahora mismo Corrales. Y digo esto sin desprestigiar la calidad del jugador (ahí está su trayectoria, y aún recuerdo sus primeros buenos partidos de amarillo; pero su juego actual y sus despistes creo que le hacen merecedor de un descanso inmediato en el banquillo). Poco más se puede escribir del partido de esta tarde. Lo mejor es que nos repongamos cuanto antes y que ganemos el próximo encuentro para desterrar fantasmas del pasado. El temor que todos tenemos es que la actual plantilla amarilla no está capacitada para moverse en la parte baja de la clasificación. Psicológicamente, esta plantilla iba lanzada al ascenso. Y por calidad nadie lo dudaba; pero jugadores como Momo, Nauzet o Vitolo no están ofreciendo ni una mínima parte del fútbol que todos sabemos que atesoran. ¿Lobera? Me sigue pareciendo creíble a pesar de las derrotas; pero creo que los jugadores le están ayudando muy poco dentro del campo. Le deseo toda la suerte del mundo porque su suerte será nuestra suerte. No queremos escuchar a los jugadores diciendo que están comprometidos con el entrenador. Lo que necesitamos es que demuestren ese compromiso cuando saltan al campo. No nos importaría perder si viéramos intensidad y espíritu competitivo, pero al primer revés la mitad de los jugadores se esconden o se pierden en guerras personales que desesperan a los aficionados. La Liga está empezando, pero urge despertar cuanto antes si no queremos vernos al borde del abismo a las primeras de cambio.