lunes, 12 de septiembre de 2011

Imprudentes y felices

La prudencia no deja que la felicidad asome la cabeza cuando le toca. Ya nos ha tocado ser prudentes muchas veces y, por tanto, no me importa ilusionarme de nuevo como si fuera la primera vez, o como me ilusioné con los primeros partidos de la pasada temporada. Hoy toca ser felices, no prudentes. Y toca ser felices porque presentimos muchas alegrías futuras, porque hemos ganado tres a uno en campo contrario y porque Las Palmas está donde está con un equipo que se nutre de canteranos talentosos. Ya sé que esto está empezando, pero si empezando bien no está uno contento ya me dirán cuándo tendría que estarlo. Queda mucha Liga, vale; los rivales no han sido de campanillas, vale también; pero ya sabemos que en Segunda sumar siete puntos en tres partidos no es moco de pavo, y eso es lo que ha logrado la Unión Deportiva. Me parece lógico que el entrenador, los directivos y los propios jugadores estén todo el rato con el guineo de la prudencia, los cincuenta puntos y la salvación; pero nosotros somos aficionados y, como tales, nos corresponde la euforia o la decepción, y ya sabemos que a veces el equipo camina hacia un lado o hacia otro dependiendo de nuestros estados de ánimo y de la ilusión que podamos contagiar desde las gradas. Toca alegrarnos y soñar. Dejemos para otros la mesura. A nosotros nos corresponde el lleno a reventar del Gran Canaria y los riquirracas que lleven al equipo en volandas. Cada partido tiene que presagiar una fiesta. Ya luego los jugadores serán los encargados de poner la música y el espectáculo. Y no sé ustedes, pero yo creo que tenemos un conjunto de artistas virgueros que están llamados a improvisar sobre el césped todos los sueños que les vayamos pidiendo.

2 comentarios:

  1. Hay que estar felices, pero además de por los argumentos que esgrimes en sentido optimista, también hay que estar felices desde el punto de vista de la mesura, puesto que entre más puntos consigamos ahora, menos nos harán falta para lograr la permanencia. Aunque recordemos con miedo en como se cayó la temporada pasada el equipo después de un inicio fulgurante, gracias a ese buen inicio no bajamos a Segunda División B, puesto que sin esos puntos del principio de temporada, probablemente hoy no estaríamos en esta categoría. Yo lo veo así. Soy feliz por ganar, no solo porque optimistamente piense que tenemos equipo para pelear por los puestos de arriba, sino también porque pesimistamente piense en que podemos descender. Conclusión: Imprudentes y Felices.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  2. Perdona por el retraso en la publicación. Llevaba unos días desconectado. Una vez más, muchas gracias por tu comentario.

    ResponderEliminar