sábado, 10 de diciembre de 2011

Especulando lastimosamente con el fútbol

No voy a ser objetivo porque esto no es una crónica periodística ni una nota de agencia sobre el partido. Hace un momento me decían en Twitter que mis mensajes eran poco constructivos, y qué quieran que escriba, que el equipo juega de maravilla y que se ajusta a mi concepción del fútbol. No puedo. Ya he dicho otras veces que aquí escribo como aficionado, y así, en caliente, siento que la Unión Deportiva que jugó hoy en Cartagena no se ajusta a lo que yo aprendí viendo jugar a Germán o a Brindisi. Tampoco entiendo que un jugador como Vitolo estuviera los noventa minutos en el banquillo. Si jugara contra el Real Madrid o el Barcelona podría entender esa máxima olímpica de que lo importante es participar, pero es que yo vi muchas veces a la Unión Deportiva contra el Valencia de Kempes, el Barça de Maradona o el Real Madrid de Butragueño jugando a ganar con alineaciones plagadas de canteranos. Lo que no puedo defender nunca es que contra el colista de Segunda División se juegue a no perder y se meta un defensa faltando tres minutos. Y me da igual que tuviéramos un hombre menos. Ya habíamos jugado casi una hora once contra once y ese equipo colista había tenido el sesenta por ciento de posesión del balón. Si se juega a no perder, casi siempre se empata o se pierde (y hoy no perdimos porque Collantes, que falló un penalti y no sé ni cuántas ocasiones clarísimas, no tenía su día). Al final empatamos; pero si fuéramos el Alcoyano o el Huesca, con todos mis respetos para esos dos equipos, estaríamos contentos. La Unión Deportiva tiene potencial ofensivo (y defensivo, porque no se entendería este empate sin el partidazo de la defensa y el portero) como para salir a jugarle de tú a tú a cualquier equipo. Por eso fastidia tanto la renuncia al ataque. Si saliéramos a jugarle al Depor sin complejos podríamos ganarle sin problemas, pero como salgamos igual que hoy nos van a meter un saco. Qué pena que se juegue con las ilusiones de los aficionados amarillos de esta manera. Yo hablo por mí: me da igual perder o ganar; pero lo que no consiento es ver a jugadores vestidos de amarillo carentes de ambición. Para eso me pongo a ver partidos de críquet o de pelota vasca. Para un canario, el fútbol es algo sagrado que nunca se puede separar del divertimento. ¿He escrito sagrado? Sí, sagrado, porque así me lo hizo sentir mi abuelo cuando me llevaba al Insular para que supiera lo que era el fútbol y lo que era la Unión Deportiva. Ni mi abuelo, ni ninguno de aquellos seguidores de su quinta con ojos siempre luminosos, hubieran consentido que su equipo especulara como ahora mismo lo está haciendo la Unión Deportiva Las Palmas que entrena Juan Manuel Rodríguez.

1 comentario:

  1. Totalmente de acuerdo...no vi el partido peo lo he seguido por twitter y he sufrido...

    ResponderEliminar