sábado, 19 de enero de 2013

No era un espejismo

Hemos pasado del talismán verdiblanco del Elche al del Racing de Santander (aunque hoy vistiera de negro). Comenzamos ganándoles en Liga, revivimos en Copa del Rey (y logramos que en los despachos amarillos quedara claro que estábamos con Lobera) y hoy nos estrenamos en la segunda vuelta venciendo de nuevo y teniendo a menos de un partido el ascenso directo a Primera División. Todos los que vieron el encuentro de esta tarde han podido corroborar que Las Palmas sigue siendo un equipo conjuntado y solidario que suma solvencia y credibilidad cada semana que pasa. Uno tiene la sensación, aun en los peores momentos, de que todo saldrá bien, quizá porque esa confianza pasa de la grada a los jugadores y de estos a los aficionados desde que el balón echa a rodar. Hoy, por ejemplo, volvió a aparecer Vitolo para marcar el gol de la victoria; pero la jugada que lo origina la creó y la interpretó Dani Castellano, una de las grandes revelaciones de la temporada, cada día más asentado en su puesto, cada semana más atrevido y más eficaz con el balón en los pies. Su éxito es el de la constancia y la confianza en uno mismo a pesar de no contar con oportunidades para demostrar su valía. Seguro que su hermano gemelo, Javi Castellano, está como estaría él la pasada temporada, entrenando como si fuera a jugar mañana mismo y sin dejar que decaiga ni su estado de ánimo ni su ambición. Y es que en este equipo –por eso repito tanto esa palabra- está resultando muy difícil conservar la titularidad, y en estos momentos no hay nadie intocable o imprescindible. Ahí está Raúl Lizoain, un portero que aporta una gran seguridad y que le pondrá cada día más difícil a Lobera la elección del guardameta amarillo. Hoy realizó una parada espectacular en la primera parte en la única gran ocasión que tuvo el Racing en todo el partido ( en esa primera parte Las Palmas tiró diez veces a puerta y pudo haber sentenciado el encuentro; luego en el segundo tiempo se tiró de oficio y se maniató perfectamente al rival). Creo que vamos a disfrutar de muy buenos momentos en el futuro; pero todo mañana no deja de ser más que una incertidumbre. Lo mejor es esta sensación de plenitud y alegría futbolera que estamos sintiendo ahora mismo los aficionados de la Unión Deportiva. Hacía muchos años que no vivíamos el fútbol de esta manera. Hoy hemos dado otro gran paso. Quedan muchos; pero a medida que se van dando llegamos a vislumbrar ese oasis que son las ilusiones cuando se ha estado tanto tiempo atravesando desiertos áridos y desesperantes. Si miras la clasificación verás que nada de esto es un espejismo.

2 comentarios:

  1. No será un espejismo si se toma cada partido como el último. Enhorabuena Santiago

    ResponderEliminar
  2. un desierto puede tener miles de caminos, pero no necesariamente cada camino nos lleva a un oasis. Estamos en el camino adecuado? todavia queda mucho por andar. ¿Quizas encontremos varios espejimos en el camino antes de llegar a ese oasis, a menos que Lobera sea un bereber experimentado y ya sepa de antemano el camino adecuado.Tu amigo Salvador. animo.

    ResponderEliminar