sábado, 25 de agosto de 2012

A medias

A veces el fútbol no es más que una repetición de partidos prácticamente iguales. Da lo mismo que varíen los equipajes o las temporadas. Hoy, por ejemplo, vimos el mismo encuentro de la Unión Deportiva que llevamos viendo desde hace cinco años: intensidad y brillantez inicial, ocasiones clarísimas falladas, adelanto en el marcador y luego apatía, impotencia, pases previsibles y arreón final buscando con un par de balonazos el milagro del gol de última hora. El empate a uno de esta tarde creo que es un justo resultado. Me ha sorprendido gratamente la propuesta futbolística del Lugo, un equipo bien colocado que no renunciaba a la posesión de la pelota ni a la búsqueda de la portería contraria. De alguna forma, el conjunto blanquirrojo llevaba la vitola de su entrenador, Quique Setién. Pero no vale venirse abajo por un empate en casa en la segunda jornada y en el mes de agosto. Sigo creyendo que hay equipo y que contamos con una defensa equilibrada y con buenos mimbres ofensivos. La Segunda División te examina casi sin avisar cada fin de semana. Se necesita mucho oficio y mucha suerte para encadenar un par de victorias seguidas. La verdad es que se parece un poco a la realidad que vivimos ahora mismo, en donde nunca sabes si vamos para arriba o para abajo. La suerte de Las Palmas es la afición que le respalda y que creó un ambientazo en agosto con el que no cuentan la mitad de los equipos de Primera. Sí me preocupa el bajón físico y anímico de la segunda parte, aunque confío en Lobera y sé que habrá sacado buenas conclusiones de estos partidos casi de pretemporada. Esto no ha hecho más que empezar. Ni éramos tan buenos, ni estamos tan mal como en algunos tramos de la segunda mitad. Todo sigue su curso. Lo que espero es que no nos repitan muchas más veces ese guión que ya estamos cansados de contemplar en el estadio de Gran Canaria. De momento seguimos quedándonos a medias.

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