domingo, 23 de septiembre de 2018

Un equipo que sabe a lo que juega

Hay partidos que se entienden mejor con titulares de prensa que con argumentos:
“Una victoria trabajada”, “ganó quien más empeño puso en buscar la victoria”, “el triunfo de la fe y la constancia”, “un gol que hace justicia”, “los tres puntos se quedan en casa”, “camino de Primera”, “Rafa Mir imparte justicia en el Gran Canaria”, “la fe tiene premio”, “la Unión Deportiva desarma al líder”, “la afición lleva en volandas al equipo”, “no era un sueño”, “Las Palmas sabe ganar”, “la victoria para quien más la buscó”, “esta Unión Deportiva va en serio”, “la confirmación de un proyecto”, “la afición vuelve a creer en el equipo”, “Mir hizo esta vez de Rubén Castro”, “un partido de Segunda para llegar a Primera”, “cabeza fría, estrategia y oportunidad”, “Jiménez le gana la partida a un Muñiz conservador y miedoso”, “la victoria siempre es bella”, “algo más que tres puntos”, “Las Palmas enseña sus credenciales ante el Málaga”, “cayó el líder”, “el equipo amarillo se afianza en lo más alto de la clasificación”, “la Unión Deportiva sabe a lo que juega”, “lo mejor, el resultado”, “una reválida aprobada con nota”, “Las Palmas no falla y rompe la imbatibilidad del Málaga”, “mirando hacia arriba”, “la Unión Deportiva enseña sus cartas y casi asalta el liderato de Segunda” , “un equipo que juega a ganar”…
A estas alturas ya sabemos que la Segunda es una ecuación que solo se revuelve sumando puntos. A veces jugaremos de maravilla, pero casi siempre nos encontraremos con partidos que solo se ganan con oficio, perseverancia y eficiencia. Y no solo es Las Palmas el equipo que juega buscando el pragmatismo y manteniendo un orden casi marcial. Todos juegan a no perder, y solo terminan ganando los que cuentan con delanteros capaces de marcar en las dos o tres ocasiones que tengan de disparar a portería. No solo estaba Rubén Castro. También contamos con Rafa Mir, todo un internacional sub 21, un ariete que se abre paso como un Suker o un Krankl y que luego remata con la sutileza y el oportunismo de Van Basten. Y además tenemos a Araujo en la recámara. Con esas apuestas en la delantera ganaremos muchos partidos como el de hoy, por la mínima, o por la máxima, si tenemos en cuenta la importancia que supone sumar tres puntos.
Ya casi ninguna jugada viene elaborada desde el centro del campo. Ahora irrumpen laterales o se gesta toda la tormenta en un robo de balón en el borde del área del equipo contrario. La elaboración de las jugadas es algo que tendremos que buscar en los archivos televisivos del pasado. Me remito a cualquiera de los titulares que escribí al principio para explicar la importancia de esta victoria. Ya estamos casi en lo más alto y asumimos nuestro rol de favorito de la categoría. Para eso se ideó este proyecto y se ficharon a estos jugadores. La plantilla está cada vez más conjuntada y muestra menos fisuras. Al igual que a nosotros nos ha costado acostumbrarnos a sus nombres y a sus posiciones en el campo, a ellos también les ha costado mostrarse como en los últimos partidos, conocerse, saber dónde está cada uno en el campo y, sobre todo, dónde están esos delanteros que valen su peso en el oro de unos puntos que nos pueden permitir caminar hacia Primera sin mirar atrás en ningún momento.

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