sábado, 11 de diciembre de 2010

Llegó el momento

En las derrotas se aprende mucho más que en las victorias. De entrada se empiezan a reconocer a los verdaderos amigos y a los oportunistas. Hoy creo que la mayoría de aficionados que acudió al estadio de Gran Canaria demostró su entrega y su creencia en este equipo y en este proyecto. No en vano, esa mayoría fue la misma que hace apenas un mes se levantaba eufórica a aplaudir un juego que no se veía en la isla hacía muchos años. Los que juegan siguen siendo prácticamente los mismos, el entrenador es el mismo y los directivos son los mismos. Y les recuerdo que también son los mismos que todos valorábamos con recelo a finales de agosto, mayoritariamente canteranos, sin experiencia en categorías exigentes y sin haber completado por lo menos una Liga entera de rodaje en Segunda División. Volverán a la senda de la victoria y el buen juego. Ya hablé hace unas semanas de la noria. Hoy nos tocó quedar abajo, a pesar de lo luminosa que se veía desde dentro del estadio la que han montado en Siete Palmas. Un equipo bien plantado, con hechuras de Primera División, supo manejar el partido mejor que nosotros, y se encontró los goles, los mismos que nosotros fallamos desde el primer minuto del partido.

Si no creyera en este equipo y en este proyecto, y si hubiera visto sólo este partido, escribiría un comentario mucho más crítico y con consecuencias más hirientes. Pero sería desleal si lo hiciera. Podría haber titulado “Barra libre” por las facilidades que volvimos a dar en defensa (de hecho los goles vinieron por fallos nuestros): sería lo fácil y lo que me pediría un cuerpo que no tuviera en su memoria más cercana las combinaciones y el juego veloz que estilaba la Unión Deportiva hasta ayer mismo. Quítale al Barcelona a Xavi, a Iniesta y a Messi; al Madrid a Xabi Alonso, a Cristiano Ronaldo y a Higuaín; bórrale a Las Palmas de hace unos años a Brindisi, a Morete y a Juani; o más atrás en el tiempo suprime de la alineación a Germán, a Guedes y a León. Esos equipos nunca hubieran sido los mismos. Nosotros hace tiempo que no jugamos con Vitolo, con Josico (clave a la hora de ordenar la presión y de contener a los contrarios) y con Guayre. Y en buena parte de la temporada hemos perdido a Jonathan Viera. Los que han entrado lo han hecho de maravilla, pero no puede ser lo mismo jugar con Xavi que sin Xavi, o con Brindisi que sin Brindisi, y no digamos con Germán o sin Germán en el campo. Aun con esas bajas, en la primera parte le jugamos de tú a tú al Xerez y pudimos estar por delante en el marcador. Luego pasó lo que a veces sucede también a nuestro favor, que un fallo alienta al contrario, le facilita un gol y le hace jugar con soltura y tranquilidad. No hay más historia, y debemos olvidar este encuentro cuanto antes extrayendo todo lo bueno que con el tiempo se aprende de las derrotas.

La Liga es larga y puede suceder cualquier cosa, pero creo que hay algo en lo que debemos de ser fieles y leales con todas las consecuencias que ha de tener siempre la fidelidad y la lealtad. Hablo de Paco Jémez. Creo que ha de ser un entrenador que debe estar muy por encima de los resultados, y ya sé que eso suena a barbaridad cuando hablamos de fútbol. Pero si queremos un proyecto de futuro y una vuelta a Primera División con posibilidades de permanecer muchos años en ella, si queremos que los mejores canteranos encuentren un hueco en nuestro equipo, y si apostamos por el fútbol de ataque, no podremos nunca cuestionar a Jémez. Y además quiero escribir esto sin saber si a final de temporada estaremos en Primera División, en Segunda o Segunda B. Hubo un par de impresentables que despidieron al equipo silbando. Supongo que si las cosas no ruedan bien en Cartagena y con el Barça B, esos críticos se irán reproduciendo como se reproduce siempre la mala hierba. No se acuerdan, y vuelvo al principio, que en agosto nos veíamos condenados a un descenso de categoría teniendo en cuenta la arriesgada apuesta por la cantera. Por eso digo que este es el momento de estar con el equipo y de tener la cabeza fría para pensar qué es lo queremos. Miremos a la gente de la grada Naciente, ese es el camino, el apoyo incondicional a nuestros colores cuando la forma de jugar y quienes juegan se acercan mucho a lo que siempre hemos querido para Las Palmas. Quedémonos con el debut de Tyrone, otro nuevo valor de la cantera que debuta en el primer equipo. A los amigos se les reconoce en las caídas; también a los aficionados de un equipo de fútbol. Volvamos los ojos al fútbol inglés. Si hay nobleza, entrega y compromiso con los colores jamás dejan de animar a su equipo. Les da lo mismo estar perdiendo por tres a cero en casa. Nuestros fallos son esencialmente defensivos. Lo malo hubiera sido que fueran en ataque o que tuvieran que ver con la falta de talento o con el sacrificio. Tenemos talento de sobra, y detrás vienen canteranos que dicen que pondrán al Gran Canaria en pie en unos pocos años. Para que eso ocurra tenemos que contar con alguien que tenga la valentía de subirlos al primer equipo y, sobre todo, que les deje jugar como siempre hemos querido jugar los canarios, con soltura, al ataque y sin renunciar nunca a la belleza. Todo lo que se aleje de ese compromiso nos irá alejando de la Unión Deportiva y del estadio nuevamente. Aprendamos de los errores pasados. No nos dejemos llevar por la fatuidad de los resultados. Saquemos siempre la lectura más positiva de todas las derrotas. Mañana es otro día.

1 comentario:

  1. Me ha encantado tu artículo, porque pienso exactamente como tú (aunque también entiendo a la gente que ve el vaso medio vacío).
    Estamos más o menos donde nos corresponde. en la mitad de la tabla (y a 3 puntos del playoff). el objetivo es la permanencia y después si se puede soñar, pues soñaremos.
    salió un partido muy malo, pero me siento orgulloso de mi equipo donde ayer jugaron 10 canarios. es dificil mantener automatismos si en cada jornada debemos cambiar la alineación por sanciones o lesiones. y estoy muy de acuerdo que si a cualquier equipo que funciona, le quitas jugadores importantes se resienten y mucho.
    claro que hay errores, y que se pueden hacer las cosas mejor, pero este equipo en las victorias y las derrotas me llena de orgullo. Mis sentimientos esta temporada hacia el equipo son similares a los que sentirán (imagino)los seguidores del athletic club de bilbao, por jugar con gente de nuestra tierra.
    Todos estos argumentos anteriores quizás suenen a sentimentalismos, pero si analizamos la temporada desde el punto de vista cruel de los resultados el balance también es positivo: a tres puntos del playoff de ascenso y a 7 puntos de la zona de descenso, por tanto tenemos más cerca el cielo que el infierno. quizás el comienzo tan fulgurante nos cambió la perspectiva, pero hay que ser optimistas, pensar en la permanencia, intentar mantener a nuestros jóvenes valores para en las próximas temporadas, con más experiencia acumulada, afrontar mayores retos con mayores garantías. y disfrutar de las victorias y llorrar por las derrotas, pero siempre, orgulloso de esta unión deportiva que confía en nosotros los canarios.

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