sábado, 9 de octubre de 2010

El hombre del utilitario rojo

¿Por qué acuden veintincinco mil personas a un mismo lugar, en un día determinado, a una hora concreta, y todos con cara de querer pasarlo bien a toda costa? ¿Qué llevó hoy al estadio de Gran Canaria a tantos aficionados? ¿Se jugaba un ascenso? ¿El equipo milita milagrosamente en Primera División? ¿Las Palmas ha fichado a Xavi y a Messi? La respuesta la encontramos en el propio desarrollo del partido entre la Unión Deportiva Las Palmas y el Real Betis Balompié, sobre todo en el juego desplegado por el equipo amarillo en algunos tramos de la primera parte.

Uno sale satisfecho aunque no gane Las Palmas. Yo creo que hubiera salido satisfecho aunque hubiera perdido. Nunca pensé que llegaría a escribir algo así, pero aquí queda. Tenía claro que me iba a poner en pie para aplaudir cuando aún no habíamos empatado. ¿Por qué iba a aplaudir? ¿A santo de qué iba a celebrar una derrota? Pues porque hacía mucho tiempo que no disfrutaba tanto viendo jugar a Las Palmas, por el desparpajo, por la osadía que siguen mostrando los jugadores y también por la clase que atesora buena parte del equipo.

Pero nada de esto hubiera sucedido si la directiva no hubiera apostado por la cantera, con todo el riesgo que se asume con una decisión como esa, y sobre todo si no hubiera habido un entrenador que fuera capaz de transmitir al equipo el espíritu y el sistema que mejor se adapta a la manera que tenemos los canarios de entender el fútbol.

Debido a la cantidad de gente que había a la salida del estadio, los amigos que fuimos al partido decidimos tomarnos una cerveza hasta que se despejara el tráfico. Tras esa espera fuimos a buscar el coche que teníamos casi al lado del campo de hockey. Nos encontramos a muchos chiquillos esperando la salida de los jugadores –cada uno en su propio vehículo- para pedir los autógrafos y sacarse la foto de rigor junto a sus ídolos. Vimos cómo salía un utilitario rojo como el que puede tener cualquier hijo de vecino. Era un coche que carecía de la ostentación y del estruendo que tanto se ha puesto de moda entre los futbolistas que se comportan como multimillonarios consentidos. Todos le paraban y requerían una foto con quien iba dentro. El coche se detenía y quien conducía se dejaba fotografiar pacientemente mientras firmaba decenas de papeles improvisados. Era Paco Jémez junto a su señora. Parecía un aficionado más abandonando el estadio; pero la diferencia con el resto es que a él le vitoreaban, le aplaudían y le daban las gracias.¿Habíamos ganado la Copa de Europa? ¿Habíamos ascendido a Primera División? ¿Por qué le daban las gracias? ¿Por qué le vitoreaban? La respuesta creo que la podemos consensuar entre todos: por hacernos un poco más felices. No recuerdo que nadie dijera eso, pero se leía esa frase en los ojos de los niños y de los mayores. Da lo mismo lo que suceda dentro de unas jornadas. De momento estamos viviendo un sueño. Y ese hombre cercano y sencillo, el que conducía un utilitario rojo, es el que ha escrito el argumento que están interpretando prodigiosamente los jugadores que saltan al terreno de juego. Al final quedamos dos a dos, pero para lo que permanecerá en nuestra memoria el marcador es lo de menos. Lo que sí recordaremos dentro de unos años serán las combinaciones casi imposibles de Guayre, Vitolo, David González, Cejudo, Jonathan Viera y compañía en aquel partido contra el Betis, cuando atacábamos hacia la grada de Naciente. El fútbol se vuelve siempre épico en los detalles. Como la vida. Y al final es cierto que sólo permanece lo que se acaba entrecruzando con las emociones.

2 comentarios:

  1. Excelente pieza, señor Gil. Me ha encantado su blog del sábado. Conozco la mayoría de vehículos de los jugadores y, hasta que no ha dicho usted que era Paco Jémez, no había caído en él.

    ResponderEliminar
  2. me encanta lo que acabo de leer ,me parece que en estos tiempos que corremos lo mejor, es ser cercano a la gente y si hay algo que derrocha paco jemez es esa cercania ,que tanto ansia el pueblo ,es un chico trabajador y cercano,siempre esta ahi cuando un aficcionado le pide la mano ,o para simplemaente comentarle algo del partido ,pero tb tengo que reconocer que la persona que escribio este articulo ,debe de tener esa sensibilidad tambien ,porque alguien que puede ver el bien en la gente ajena y que distingue con tanta delicadeza lo que a muchos se les pasaria por alto ,seguro es una persona con una sensibilidad especial ,ademas de ser un buen escritor ,le felicito por su blog y por su saber escribir ,porque es dificil tambien ,leer cosas que no te dejen indiferente ,felicidades y suerte a los dos.un aficcionado.

    ResponderEliminar