domingo, 24 de octubre de 2010

Un equipo

Ganó un equipo y un planteamiento de juego innegociable. El objetivo sigue siendo el divertimento y la búsqueda de la portería contraria. Paco Jémez no traicionó su manera de entender el fútbol y además logró integrar nuevos jugadores en su proyecto. Pero todo empieza en Barbosa. Un gran equipo se arma desde la portería. La confianza se escribe siempre debajo de los tres palos. Un portero inseguro genera dudas en todo el equipo, pero un meta que detiene casi todo lo que llega a la portería comienza a contagiar la osadía al resto de los jugadores. Luego hay que contar con una defensa expeditiva que sepa dar el primer pase y que acabe con cualquier tentativa de ataque del equipo contrario. En el medio campo debe haber siempre un Josico sobre el que gravite todo el juego, un jugador que desbarate las jugadas del contrario y que lleve el balón a los fantasistas. Delante hay que tener un Guayre que imprima velocidad y ponga el talento. He nombrado sólo un par de jugadores. No quería personificar en nadie el magnífico partido protagonizado por la Unión Deportiva ante el Albacete. Si acaso quería volver a referirme a Paco Jémez, el auténtico artífice de este milagro que nos hace disfrutar del fútbol en cada uno de los partidos que se juegan en el Gran Canaria. No quería citar a nadie pero he terminado hablando de Barbosa, de Josico y de Guayre. Realmente tenía que haberlos nombrado a todos. Cómo olvidar las genialidades de David González y Cejudo, la profundidad de Javi Guerrero, los cortes precisos de David García y de Samuel o las subidas por la banda y la seguridad que están aportando Aythami y Ruymán. Cómo obviar la recuperación de Pedro Vega o de Sergio Suárez, la contundencia de Pollo o la clase que atesora Vicente Gómez. Un equipo.
Es difícil poner a dos personas de acuerdo para que remen hacia el mismo lado. La mitad de los barcos de la vida cotidiana zozobran por el individualismo o el obcecamiento de los que navegan. Por eso poner a once hombres de acuerdo para que jueguen a lo mismo se convierte en una tarea casi titánica. Y sobre todo cuando tienes que luchar contra otros once hombres, y contra uno que casi siempre pita en tu contra. Otra vez volvimos a sufrir los errores y las equivocaciones de unos individuos que están empeñados en hacernos la puñeta en cada partido. Pero a pesar de ellos seguimos sumando. Y lo seguiremos haciendo. Este equipo tiene más aplomo y ha ido aprendiendo de los errores de otros partidos. Sigo siendo tremendamente optimista. No veía a Las Palmas jugar así desde la época de los argentinos de los años setenta. Y ya no es flor de un día ni depende el juego de un par de individualidades. Hay motivos para la esperanza. Tenemos un estilo de juego que nos define. Nos pasa como a la selección española, otro "equipo" que después de muchos años sin saber a lo que quería jugar ha dado con un sistema de juego reconocible y victorioso. Nosotros estamos en el mismo camino. Sólo hace falta que la suerte nos acompañe un poco más. Hoy pudimos haber marcado media docena de goles. Si logramos rematar la mitad de las jugadas que vamos trenzando no habrá nadie que nos detenga. Cada día encuentro más motivos para seguir soñando. Por una vez tenemos equipo. Durante muchos años sólo habíamos tenido jugadores corriendo sin ton ni son en un campo de fútbol. Y encima casi todos proceden de la cantera. Por eso nos toca aún más de cerca esta alegría que nos cambia la cara y nos vuelve tan soñadores y tan esperanzados.

1 comentario:

  1. Muy buena descripción de la situación actual del equipo. Por motivos profesionales no he podido ver el partido en directo pero de veras que da gusto oir tantos elogios y sobre todo observar un equipo repleto de gente de nuestra tierra . Que este sueño continue mucho.

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