Lleva varias temporadas aguantando las bromas de quienes se acercan cada tarde a merendar. Viven casi todos en la calle o en condiciones de extrema pobreza. No han tenido suerte en la vida. Debe tener casi setenta años y siempre llega con su gorra de la Unión Deportiva Las Palmas. No sé cómo se llama. Yo a esa hora paseo a mi perro cerca de donde ellos se encuentran y escucho lo que dicen antes de entrar a la parroquia que les ofrece esa comida vespertina que les ayuda a llegar a la noche o a bajar los efectos del alcohol de garrafón al que están enganchados muchos de ellos. Saben de fútbol, y los mayores pontifican poniendo como ejemplo a Alfonso Silva, a Guedes o a Germán. Ese hombre lleva años aguantando burlas por su fidelidad amarilla. Ahora llega ufano y sonriente casi todos los lunes. Cualquiera que lo viera podría decir que ha sido el autor de los goles de la Unión Deportiva. No los ha marcado, pero su alegría seguro que no tiene nada que envidiar a los gritos de Vitolo o de Thievy cuando logran batir al portero del conjunto contrario. Ya no tiene que bajar la cabeza cuando le dicen que el equipo no vale un duro o que los jugadores son unos gandules. Ahora es él quien desafía a los otros exhibiendo en todo momento el amarillo y azul de su gorra de plato. Yo creo que es lo único que se mantiene limpio y poco desgastado en su vestimenta. Cada vez que gana Las Palmas me acuerdo de él, lo imagino viendo el partido al borde del infarto y luego saltando o maldiciendo la suerte por las calles en las que malvive tratando de encontrar cada noche un portal o unos cartones donde cobijarse. No ganamos el pasado sábado; pero aun así tenemos el ascenso, por lo menos el que se logra promocionando, más cerca que nunca. Nadie podrá silenciarlo hasta que acabe la temporada. En el fondo, casi todos sus compañeros de merienda son igual de aficionados a Las Palmas, aunque con tal de hacerlo rabiar lo llevan molestando hace años cada vez que el equipo pierde o tiene un mal día. El otro día hablaba de los viejos y de su deseo de ver a la Unión Deportiva en Primera antes de morir; pero esa alegría, cuando acontece, se multiplica todavía más en quienes no tienen absolutamente nada. Ese hombre seguro que hoy anda por las calles algo aliquebrado; pero el próximo lunes volverá a cantarle las cuarenta a todo aquel que se le ocurra bromear con los colores o el escudo de su gorra.
martes, 16 de abril de 2013
sábado, 6 de abril de 2013
A ciegas
No pude ver el partido de esta tarde de la Unión Deportiva. Escribo a ciegas; pero contento. Solo sé que ganamos en el último minuto contra otro rival directo y que la promoción deja de parecer una entelequia. Ya escribí que una vez llegara este momento y se liberaran las tensiones, el equipo iba a depararnos grandes alegrías. También vivimos contra el Guadalajara el ensayo general de las consecuencias de la euforia. Tengo claro que el próximo partido contra el Hércules será muy diferente al del batacazo de hace una semana. Este equipo es ganador, y ante eso solo queda esperar grandes acontecimientos. Tenemos que luchar por la plaza de ascenso directo (al Alcorcón le acaba de suceder algo parecido a lo de Las Palmas la pasada semana y ha perdido en casa con el Racing cuando podía poner tierra de por medio). Pase lo que pase mañana no estaremos a más de cuatro puntos de la segunda plaza. Solo sé que ganamos uno a cero y que Thievy marcó el gol de la victoria. Con eso me basta. No sé si jugamos de maravilla o si ganamos sin merecerlo. Lo que me agrada es mirar una y otra vez la clasificación y comprobar que la Unión Deportiva se ha consolidado en los puestos altos de la tabla. También me alegro por los componentes de la peña de La Bañeza. Hacía tiempo que se merecían un triunfo como el de hoy. De nuevo les recuerdo que el fútbol, como la vida, suele poner a cada uno donde se merece. La Liga es una biografía que se traza con claroscuros. Solo hay que conservar la calma cuando llegan los malos resultados y no lanzar las campanas al vuelo por un par de goleadas. Lo que vale es el final, que como ya sabemos en el fútbol no deja de ser más que el principio del próximo partido o de la temporada siguiente. Creo que se avecinan días grandiosos. Hay muchos viejos que te repiten una y otra vez que no quieren morirse sin volver a ver a la Unión Deportiva en Primera. Va por ellos.
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