domingo, 16 de marzo de 2014

Incoherencias futboleras

Hace años el fútbol era más o menos previsible, incluso cuando sucedían cosas que no esperábamos. Los equipos tenían sus rachas, los jugadores sus momentos de gloria y sus crisis y hasta los aficionados nos íbamos poniendo en situación a medida que pasaban las jornadas. Unas veces tocaba estar arriba y otras abajo. Es cierto que de vez en cuando aparecía algún equipo que rompía todas las previsiones; pero lo que no era habitual es que todos los equipos de una competición estuvieran todo el rato echando por tierra sus propias expectativas. Los que iban a descender están en unas semanas en puestos de ascenso, y a los que estaban arriba los encuentras cada vez más lejos de los primeros puestos, aunque luego, si dejas de mirar la clasificación unas cuantas semanas, todo vuelve a cambiar de nuevo. La Unión Deportiva, por ejemplo, puede pasar de ser el mejor equipo de la competición a ser un conjunto en el que no confiaría ni el más fanático de los aficionados. Y luego, siguiendo esa naturalidad de esta extraña incoherencia futbolera, vuelve a convertirse otra vez en lo más fetén de esta Segunda División alocada que estamos viviendo. Puede subir cualquiera; pero si habiendo jugado pésimamente tantas jornadas estamos solo a cinco puntos del ascenso directo, este año no me extrañaría que tocara ascenso. Yo ya no me atrevo a hacer ningún vaticinio en medio de este fútbol tan raro que cada día entendemos un poco menos. Equipo tenemos de sobra. Otra cosa es que ellos mismos terminen de creérselo.


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