sábado, 27 de noviembre de 2010
Un sueño cumplido
Hoy Vicente Gómez se habrá despertado comprobando que a veces los sueños se cumplen. De niño siempre iba al estadio Insular a ver cómo jugaba Jorge Larena, cómo controlaba la pelota o cómo buscaba los desmarques de los compañeros. Él no le decía nada a nadie, pero se imaginaba jugando junto a Jorge con la camiseta amarilla, recibiendo sus pases y celebrando los goles. Con el tiempo, Jorge salió a recorrer mundo y Vicente se quedó subiendo los distintos escalones que conducen a los objetivos que uno se plantea confundiendo siempre los sueños con una realidad que a veces se empeña en echarlos abajo. Hoy, al paso de muchos años, se verá saltando al campo con su ídolo y recibiendo sus consejos cuando falle un pase o se equivoque en la manera de interpretar una jugada. Se sentirá más tranquilo teniendo a Jorge a su lado. Y Jorge, claro, sabe que está ante su gran día. No creo que estuviera tan ansioso desde que debutara con la Unión Deportiva. Los que admiramos su fútbol cruzaremos los dedos cada vez que el balón pase por sus pies. Les deseo a ambos toda la suerte del mundo. Sus destinos han terminado reencontrándose. Ahora falta que el azar juegue junto a ellos. Reconozco que hoy iré al estadio de Gran Canaria con una ilusión tremenda. Me sigue fascinando la apuesta de Paco Jémez: es valiente, sabe lo que tiene que hacer en cada momento y sigue apostando por la belleza y por el buen fútbol. En un partido como el de esta tarde, casi todos los entrenadores que hubieran estado en su lugar habrían optado por un centro del campo defensivo. Se merece todos los éxitos del mundo por esa osadía y esa fidelidad al fútbol que nos seduce. Espero que Vicente Gómez y Jorge Larena contribuyan a embellecer su propuesta. De momento, el sueño de los dos se ha hecho realidad.
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